miércoles, 14 de agosto de 2019

Testimonio vocacional

Continuamos la serie de testimonios vocacionales, hoy comparte su testimonio, Paquita Rodríguez Fuentes, anunciatina de Almadén - Ciudad Real, en Castilla la Mancha. Ella ha sido la cuarta anunciatina española.

Corría la década de los 80, cuando yo seguía buscando un sitio en la Iglesia donde consagrar mi vida a Jesús.
Daba Catequesis de Confirmación y trabajaba en los barrios más marginados, con gitanillos, quinquis, y payos, ninguno tenía agua corriente en sus casas; nos querían mucho y nosotros a ellos. También con Manos Unidas, ese año pensamos poner  alguna película para sacar fondos. Aprovechando un viaje a Madrid, fui con otra Catequista a  la Librería San Pablo. Mientras esperábamos a que nos atendiesen, nos fijamos en los  diversos tipos de  propaganda, todos  muy llamativos, ilustrados, con bellos paisajes, nos gustaron  y nos llevamos algunos folletos.
El Hermano que nos atendió fue muy amable y en cierto momento, debió ser por la propaganda, nos pusimos a hablar de la vocación, y tan interesada estaba, que nos dio la dirección de una Anunciatina para que nos informase mejor, después de solucionar lo de la película.
Como teníamos tiempo, ni cortas ni perezosas fuimos a verla. A la Catequista que  iba conmigo no le interesaba la cuestión, pero me acompañó viendo el interés que yo tenía. La Anunciatina nos recibió muy bien, habían tenido   los  Ejercicios en Sevilla, y me  invitó a los Ejercicios del próximo Año, de pronto sentí miedo y pensé -¿y si no me llama el Señor?- Estaba cansada porque hacía poco había estado haciendo las prácticas de Auxiliar de Clínica en la Cruz Roja. Lo pensaría.
 Fue el inicio de una amistad, y a partir de entonces, me envió la revista del Instituto llamada Alégrate.
Entre los folletos vocacionales había uno con el nombre de “STOP” y en él había una  convocatoria de Ejercicios Espirituales  para jóvenes en el verano siguiente.
 Cerca de aquel verano yo pasaba una crisis de fe, y gracias a que me empujaron, el Sacerdote que me conocía y una amiga, me decidí a ir. Ahora que lo pienso, no sé ni como fui, sin conocer a nadie, a un sitio desconocido. Me sentí muy bien, como una más  ¡eran Ejercicios de Anunciatinas!  Pensé: esto es lo que necesito para llevar el Evangelio con los Medios de Comunicación Social”
Al terminar los Ejercicios pedí entrar, pero el Sacerdote que los dirigía me dijo:
-Es pronto, siempre que se hacen Ejercicios se desea entrar, si te parece bien estamos en contacto y si sigues pensando igual ya hablaremos.
Estuve esperando un año, con una relación por cartas.
Cuando llegaron los días de los Ejercicios del Año siguiente, sentí mucha alegría. Les dije a mis padres mi decisión de entrar en el Instituto, y que quizás entraría. Mi padre se asustó y me dijo:
-Hija, tu llevas la vida de una Religiosa, ¿qué necesidad tienes de estar inscrita en un libro? Cuando hay revueltas, buscan en los libros de la Iglesia, y a ellos son a los primeros que cogen.
Yo confiada le dije:
-Padre, no pasará nada, Dios cuida de mí.
Ese Año no entré, fue en la fiesta de la Anunciación del siguiente cuando entré en el Postulantado, luego el Noviciado y a los dos años de éste ¡por fin! mi Profesión.
Hoy puedo decir  y digo, que soy muy feliz, y agradezco a Dios su llamada.

Paqui Rodríguez
Madrid 26 de julio de 2019

14 de agosto


jueves, 1 de agosto de 2019

Alégrate n° 188

1 de agosto


Intenciones mes de Agosto

DEL PAPA
POR LA EVANGELIZACIÓN: Para que las familias, gracias a una vida de oración y de amor, se vuelvan cada vez más "laboratorios de humanización".

DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL
Por los profesionales que ayudan a los demás en los distintos servicios públicos de la sociedad, incluso con riesgo de sus vidas, para que lo hagan siempre con generosidad, desprendimiento y amor.