lunes, 25 de enero de 2016

25 de Enero: Conversión de San Pablo

Cuando esté duro mi corazón y reseco,
baja a mí como un chubasco de misericordia.
Cuando la gracia de la vida se me haya perdido,
ven a mí con un estallido de canciones.
Cuando el tumulto del trabajo levante su ruido en todo, cerrándome el más allá,
ven a mí, Señor del silencio con tu paz y tu sosiego.
Cuando mi pordiosero corazón esté acurrucado cobardemente
en un rincón, rompe tú mi puerta, Rey mío,
y entra en mí con la ceremonia de un rey.
Cuando el deseo ciegue mi entendimiento con polvo y engaño, ¡vigilante santo, ven con tu trueno y tu resplandor!
Rabindranath Tagore

Una vez más agradecemos a ORAR LA VIDA que nos permita compartir esta bonita oración.

FIESTA DE LA CONVERSIÓN DE SAN PABLO

Hoy celebramos la Conversión de San Pablo y, como Familia Paulina hemos de pedirle que como él, seamos capaces de quitarnos las cegueras de nuestro corazón, y que con los ojos bien abiertos a una realidad que nos trasciende, todos y cada uno, seamos capaces de llevar a los demás el mensaje de salvación, y ser auténticos portavoces de la Buena Nueva que Cristo nos ha venido a traer.

Es algo difícil, si sólo contamos con nuestras propias fuerzas, pero es una tarea hermosa si nos ponemos en manos de Aquel que lo puede todo, y que nos ha llamado a seguir sus huellas.

No tengamos miedo, corramos la carrera, sin desalientos, y si alguna vez en nuestro camino se nos presenta el desánimo, volvamos a ponernos en manos del que es nuestra fuerza y nuestro auxilio, y sigamos caminando a la luz de quien ha venido a disipar las tinieblas que nos envuelven en este mundo.

Gracias San Pablo, por ser ejemplo para nosotros, por animarnos a ponernos en manos de nuestro Señor, el único que puede sanar nuestra ceguera, y por alentarnos  a continuar el Camino.


Rosa Mª C. M.