lunes, 25 de diciembre de 2017

Navidad

Un  año más celebramos la Navidad y nos encontramos con personas para los que la Navidad es el motivo para disfrutar unas vacaciones en familia, personas que recuerdan a otras que hace mucho tiempo que no hablan con ellas, pero que encuentran el pretexto ideal para contactar de nuevo y manifestar que las recuerdan; también hay a quienes las ausencias le hielan el corazón y no pueden ir más allá. Las personas que partieron, no los han dejado solos, están con ellos en su corazón, celebrando la Gloria de un Niño del que cada año celebramos su Nacimiento. También hay personas que les cansan las manifestaciones de alegría y cariño, cuando durante todo el año no se han hablado, y podría narrar aún situaciones más diversas.
¿Qué nos pasa? ¿Cada año celebramos la Navidad? Pero todo sigue igual, un tiempo de tregua y gozo en nuestra monotonía, y todo sigue igual….
Tal vez es que no somos conscientes de que cada Navidad sucede un Milagro maravilloso: Dios viene a nosotros, toma carne en una joven humilde y sencilla, la Virgen María, y con ello nos trae el gozo y la auténtica Alegría, pues estamos perdidos en medio de la vorágine del mundo, sus luces, músicas, colores, ocupaciones y preocupaciones y Él llama a nuestra puerta: “Necesito nacer en tu corazón” Si le escuchásemos, acogeríamos la salvación que El nos trae, nacería en nuestro corazón la Alegría que nada ni nadie nos puede quitar, aunque tengamos motivos para estar tristes, sentiríamos ese gozo y lo mejor de todo, es que al igual que cuando echamos una china al agua, se expanden las ondas en círculos mayores cada vez, nosotros contagiaríamos esa sana alegría que brota de un corazón agradecido por ese inmenso don.
Así no sería una Navidad más, sería la Navidad en que nuestra vida comienza a cambiar y anhelamos transmitir a todos lo que es la autentica Navidad: “celebrar el nacimiento de Dios que quiere venir a nosotros para mostrarnos su infinito Amor, y como con Él todo lo podemos, porque Él mismo nos conforta y actúa en nosotros. Navidad también es conversión, revestirnos de la humildad de ese Niño y ser Don para los demás.


¡FELIZ NAVIDAD PARA TODOS!