jueves, 23 de agosto de 2018

La alegría de la entrega total y definitiva

Maite ha tenido la amabilidad de compartir con nosotros lo que supuso para ella su profesión perpetua. Algo que agradecemos de corazón.

Profesar los votos perpetuos en el Instituto, es algo maravilloso. Dar el SÍ definitivo al Amado, teniendo la certeza que, a pesar de mi poquedad y su totalidad, Él siempre me ha amado, me ama y me amará. Su fuerza triunfa en mi flaqueza, como diría Pablo.  Este es nuestro tiempo, el tiempo de los laicos, de los laicos consagrados. El mundo necesita de nosotros, de nuestro testimonio de vida, de nuestro ejemplo, de nuestra esperanza y de nuestro amor. Gracias infinitas a Dios por elegirme, por el Carisma dado al P. Alberione, por su obediencia y su amor a las almas. Gracias a la toda la Familia Paulina, y  especialmente a los Institutos de Vida Secular Consagrada.