¿Por qué en mi tu Presencia?
Soy tu obra que cincelas
con infinita paciencia.
Probando siempre mi frágil resistencia.
A cada golpe tuyo caigo y me levanto,
pero sé que mi alma
gana en consistencia.
Y en cada caída,
tu ungüento sana mi indolencia.
No te asusta mi deficiencia,
diría te reclama..
¡Oh Dios de Clemencia!
Javier Zubiarrue Arrieta