En todas las ciudades, al comenzar diciembre, las calles se adornan con luces, los comercios con símbolos navideños y hay una preparación pensando en las celebraciones con amigos y familia de las próximas fiestas navideñas. Humanamente nos preparamos regalos, compras para las fiestas, felicitaciones, pero....¿ realmente esa es la preparación que hemos de tener para las próximas Navidades ? para esperar ese día tenemos una preparación muy importante, la de nuestro corazón, vivir en actitud de espera,, conversión, alegría .
Hoy, primer domingo del mes de Diciembre, hemos comenzado el Adviento. Una nueva oportunidad que nos ofrece Dios para prepararnos para su venida, reavivando nuestra esperanza en que Jesús pronto llegará, aumentando nuestra fe, aumentando la alegría ante la venida del Señor, y la Paz por la Presencia luminosa de Dios que ya está cerca. Es un tiempo donde la gracia de Dios se derrama a raudales sobre quienes se convierten de corazón y desean comenzar de nuevo el camino siguiendo a Jesús, y cumpliendo la voluntad de Dios.
Necesitamos que nuestra alma se llene de su Luz, para ver aquello que nos impide caminar y poder arrepentirnos celebrando el Sacramento de la Reconciliación. ¡Que alegría y gozo experimentamos al recibir la gracia de Dios!
Necesitamos que nuestra alma se llene de su Luz, para ver aquello que nos impide caminar y poder arrepentirnos celebrando el Sacramento de la Reconciliación. ¡Que alegría y gozo experimentamos al recibir la gracia de Dios!
Así podremos celebrar plenamente la Navidad.
FELIZ ADVIENTO PARA TODOS, PERO UN ADVIENTO QUE NO SEA MERAMENTE EXTERNO, SINO QUE SEA PRINCIPALMENTE EN NUESTRO CORAZÓN
