que nace en los umbrales de la aurora.
Inmaculada y pura en toda hora,
santa Madre de Dios, Virgen María
Inmaculada en la celeste vía
de traernos a Cristo y ser la autora
del virginal prodigio que atesora
tan divina y humana eucaristía.
Deja que al ver tu rostro y proclamarte
purísima entre todas las mujeres,
me derrita de gozo en tu mirada.
Y encendido de amor sepa cantarte,
demostrando ante el mundo que tú eres
intacta, virginal, ¡Inmaculada!
José María Zandueta Munárriz
Una vez más agradecemos al Apostolado de la Oración su colaboración al dejarnos tomar de Orar la Vida, la oración correspondiente a este día