Te damos gracias Señor por nuestra Hermana
Dolores Báez, nacida el 9 de abril del 1936. Ella ha sido un regalo para
nuestro Instituto "Virgen de la Anunciación", una de las diez ramas
de la Familia Paulina, y que el pasado 11 de enero del recién estrenado 2019,
retorno al Paraíso tras una larga enfermedad.
Dolorcitas, como la llamábamos quienes la
conocíamos, ha sido una persona admirable para nosotras, tenía un largo
recorrido en la Familia Paulina, era una mujer de acción y apostolado en su
Parroquia, en Sevilla, trabajó en la Pastoral de enfermos y coordinaba y
acompañaba a los diversos grupos.
Siempre estarás presente en nuestras
vidas, por tus muchas cualidades, por tus chistes graciosos y tus chascarrillos
y por tu manera de ser.
Te echaremos de menos, físicamente, porque
por la fe sabemos que nos estás acompañando desde el Paraíso, donde hoy estás
disfrutando y seguramente bailando al Señor esas sevillanas que tan bien
bailabas.
Con tu familia, estás gozando de la
presencia de Dios, junto a tus familiares de los que tanto te acordabas y a los
que tanto has querido.
Para ellos, para nosotros y para las
personas que conocías, siempre has tenido un sitio en tu corazón, mostrándonos
tu aprecio, por eso, aunque sabemos que estás en el Paraíso, echamos de menos
tu presencia física, pero damos gracias a Dios porque te ha llevado a gozar con
Él en su Reino, y te has reunido con tu querida familia, a la que tanto amabas
y amas pues ya estás con ellos.
Para nosotros esta separación no podemos
sentirla como una pérdida, pues por la fe, sentimos el auxilio y podemos decir
que "todo lo puedo en Aquel que me conforta", y tú ya sabes que
nos conforta quien te confortó a ti, en los momentos duros de la vida,
Jesucristo el Maestro, el Esposo.
Fuiste una de las tres primeras
consagradas en nuestro Instituto en España.
Dios está bendiciendo tu labor y nosotras
te imaginamos llena de gozo, hasta inclusive saltando de alegría. ¡Cómo te
gustaba saltar, bailar y tocar los palillos, que así se llaman en tu querida
Andalucía a lo que en otros lugares de España llamamos castañuelas y que tan
bien sabías tocar!
Bendito sea el Señor y bendita sea su
Santísima Madre que te llevó el viernes, día que recordamos la Pasión del Señor
y quedaron tus restos en la tierra de este mundo en domingo, día del Señor, y
tú ya gozabas de este día como nunca pudiste imaginar gozando de la presencia
del Padre, hijo y Espíritu Santo y de la Santísima Virgen. Gracias Señor por el
regalo de estos años de nuestra Hermana Dolores. Amén
Paqui Rodríguez Fuentes