Hoy un apóstol de la Comunicación ha partido al cielo, para encontrar el premio que les espera a los que son fieles y perseverantes.
Hoy, el literato, el poeta, el intelectual, el maestro, el compañero, el amigo, el Paulino en toda la extensión de la palabra, partió y con el un sinfín de anécdotas y buenas historias que quedarán en el tiempo.
Gracias Don Juan Manuel Galaviz por el testimonio y entrega en esta congregación.
Que el Maestro Divino te acoja en la morada eterna.