Hoy es Domingo de Ramos en pueblos y ciudades, niños y mayores han procesionado con palmas y ramos de olivos, acompañando la imagen de Jesús en su entrada triunfal en Jerusalén . Hoy como entonces le recibimos, pero.... ¿hasta que punto, después de tantos años, somos capaces de recibirlo en nosotros y agradecer su entrega? Jesús quiere una acogida de corazón, una acogida que no sea de momentos puntuales, y después le dejemos solo en los momentos en que más necesita que mostremos que le amamos de y con corazón, de tal forma que acojamos cada momento de nuestra vida y seamos reflejo de su acogida, entrega y aceptación confiada, de los planes de Dios en nuestra vida. Salgamos ofreciéndonos a nosotros mismos en lugar de palmas y ramas de olivos. Y cantemos a una ¡Bendito el que viene en nombre del Señor!