Santiago de Compostela,
sigues siendo peregrino,
siguen dejando tus pies,
por estos viejos caminos,
huellas de una vieja fe
que marcó rumbos a Europa,
rumbos hoy casi perdidos.
¡Que recobre aquella hora,
cuando venia a Santiago
para que tú su patrón
- patrón y guía avezado-,
marcaras rumbo y derrotas
a sus almas y a sus barcos!
¡Alto faro de la fe,
Santiago de Compostela,
y alta torre de vigía
sobre tu campo de estrellas:
sigue alumbrando el camino,
sigue marcando la estela
al que hacia Dios peregrina,
y a cuantos creen y esperan!
José Luis Martinez