martes, 24 de diciembre de 2019

Reflexión sobre la Navidad


Nuestra Hna Mari Muñoz ha querido compartir con nosotros su reflexión sobre la Navidad.

Para esta Nochebuena o  para mañana Navidad, deseo compartir con vosotros unas reflexiones, a mi me han ayudado a vivir mejor este tiempo de gracia que es la Navidad y daré gracias a Dios si os puede ayudar, a sentiros más felices esta Navidad y siempre, a alguno de vosotros.
Eso sí, es necesario dedicarle  un tiempito, cada uno el que necesite o del que disponga, el preciso  para que la mente  pueda  asimilar este Regalo que Dios viene a traernos.
 
Tomando la  imagen  de  este bebé como referencia, o bien  alguna foto nuestra de cuando éramos bebés, o bien de cuando vuestros hermanos. o vosotros mismos eráis bebés. 
Invocamos a María, al Espíritu Santo y a nuestro Ángel Custodio para que nos ayuden.
Y ahora ya podemos empezar a contemplar a este niño, ¡qué feliz se encuentra!, y no tiene aparentemente nada,  ni un juguete que lo distraiga.
Eso sí, se siente envuelto por mucho cariño y una luz especial, que nos muestra ese  momento de su vida; se  encuentra muy feliz; lo sabemos por la reacción de felicidad y belleza que expresa su carita.
Nosotros también podemos ponernos a la luz del Recién Nacido, a la luz de Jesús,  y mirarle sin más, como ese niño de la foto, de ahí que necesitemos un tiempo aunque sea pequeño y estar a solas, para poder contemplar a Jesús, ¡Dios, hecho hombre en un bebé! Nunca podremos ahondar en cuanto amor nos tiene.
Contemplando la maravilla de este misterio, me surge el dar gracias a Dios, porque para Jesús, cada uno somos únicos y preciosos porque somos suyos. 
Y podemos saborear esta realidad, que nadie nos la dice, pero nosotros podemos apreciar, que Jesús se recrea con nuestra presencia y nuestras sonrisas sólo para Él, y pienso que  deben ponerlo muy contento, Él nos ama como nadie nos ha amado ni nos amará nunca. Sentir ese amor tiene el poder de restaurarnos como personas, nos da el  poder de volar como las águilas. 
Creer que Jesús es nuestro Salvador es muy distinto a decirlo, por eso la Navidad es  motivo de tanta alegría. 
No pensemos en nosotros mismos, si somos buenos o malos a nuestros ojos, sólo pensemos  en el Señor,  sintiendo el cariño con que nos mira y nos envuelve.
Y pensando en esto brota en mi la Adoración, la alabanza, el perdonar a  nuestros enemigos...           
Estos sólo son retazos de un tiempo de reflexión hecha oración, cuando el Espíritu Santo la  conduce,  puede ocurrir de todo.
Y llegados a este punto es el momento  de desearos  una    ¡¡¡FELIZ   NAVIDAD!!!

Con todo cariño
Mari Muñoz