viernes, 27 de marzo de 2020

Desde Roma bendición urbi et orbi

Hoy hemos estado unidos en oración y adoración junto al Papa, cada uno en su hogar, por las victimas de esta pandemia que nos asola y que está dejando tantas victimas en el mundo. Una oración que, con la reflexión que del Evangelio el Papa ha pronunciado, nos ha llenado de esperanza, paz y deseos de conversión, acercándonos más a Dios, y siendo para los otros desde nuestros hogares por el confinamiento en que estamos, portadores de esperanza y abandonar nuestro egoísmo para fijarnos en la soledad de tantas personas que necesitan una voz amiga, que la anime. En estos días en que tenemos tiempo sobrado para orar y reflexionar, esperemos que todos nos despertemos y seamos capaces de ver como nos estábamos alejando de Dios. El no nos abandona nunca, somos nosotros los que nos alejamos de Él.
Que la bendición extraordinaria que hoy nos ha impartido el Papa nos ayude a empezar de nuevo,  y volviendo los ojos hacia Dios y escuchando su Palabra podamos ayudar a que venga a nosotros su Reino