Este domingo Mari, anunciatina española comparte con nosotros una idea que, a veces ni nos damos cuenta, le ha llegado al ver que sus reflexiones a veces son muy cortas y su reflexión sobre el evangelio de este IV domingo de Cuaresma.
Curación de un ciego de nacimiento
Para
compartir la reflexión sobre el Evangelio de este Domingo he mirado en mis
apuntes y tengo cinco, muy cortas casi todas, pero me he dado cuenta que las
reflexiones no son lo más importante; las hay mucho mejores de personas muy
bien preparadas. Las reflexiones ayudan mucho a encontrarnos con la Palabra de
Dios, pero el fin es encontrarnos con Él personalmente, por eso os invito a
encontrar por vosotros mismos la mejor reflexión del mundo.
Se trata de estar aunque no sean más que diez minutos en la presencia
de Jesús, teniendo la Palabra (alguna de la palabras que encontremos en el
texto, o alguna de las acciones) como vínculo que nos comunica con Él, ya que
esa Palabra, aunque no lo sepamos muy bien, tiene mucha fuerza. Como ejemplo
podemos tomar las siguientes “Mientras estoy en este mundo soy la luz del
mundo” o simplemente “soy la luz del mundo”
Con esa palabra podemos quedarnos mirando a Jesús, y pedir al Espíritu
Santo nos guíe en ese rato, en ese pequeño tiempo, cada uno vamos a recibir lo que el Señor desee darnos y que
nadie más, que la persona que lo recibe, puede saber. No obstante, comparto con
vosotros las oraciones que en aquellos momentos hice y que actualmente vuelvo a
revivirlas:
“Dios mío, haz que vea, haz que te reconozca y
de que crea profundamente en ti y lo demás ya no me importe” (13-Marzo-1.999)
“Ayúdame de nuevo, Jesús, para que pueda ver y
verte y no viva en tinieblas, en ti confío”
(3-Abril-2011)
Señor, ayúdanos a trabajar en tus obras, a
verte, a vivir contigo, a sentir la presencia de la Humanidad contemporánea a
la nuestra, a lo que vivimos en todo el mundo, a ser sensible a lo que pasa y a
descubrir qué es lo que tengo que hacer”
Esta oración que hice hace tiempo, ( no tiene fecha pero hace más de
tres años) parece que se adelantaba para rezarla ahora, en el tiempo
actual de pandemia y de dolor en el mundo.
Que la
luz de Jesús desde su Cruz y Resurrección nos ilumine y bendiga a todos y a
cada uno, siempre en comunión con María nuestra Madre.