Desde nuestro confinamiento, sin poder participar en los Oficios, solamente y gracias a Dios por TV, con este servicio que nos están prestando las distintas televisiones locales, regionales y de ámbito nacional TVE y 13 TV, retransmitiendo desde Roma. Iglesias vacías y corazones que viven la angustia, el dolor y la expiración de Cristo que muere en la Cruz por amor a la humanidad.
Hoy el día está teñido del color de la tristeza, oscuro, como reflejo de la oscuridad que sentimos en nuestras almas ante el dolor que nos rodea, las muertes y los enfermos, victimas inocentes de un virus, que ha venido a mostrarnos que nuestro poder es ficticio, que algo que ni siquiera podemos ver, amenaza nuestras vidas y aquí, en medio de todo, Tú sigues sufriendo en cada uno de nuestros hermanos que sufren y estás acompañando a los que parten sin el abrazo de sus seres queridos, sin una despedida, y ahí estás tú para alentarle, para mostrarle que tu amor no le deja, que Tú moriste por cada uno de nosotros y que ahora le acompañas y mueres con él, pero que al igual que le dijiste al buen ladrón, él irá contigo al Paraíso, a ese lugar que tú has ido a prepararnos.
Hoy el cielo está triste y si llueve, no nos preocupa por no procesionar, nos intranquiliza el que pueda haber más victimas inocentes en esta guerra cruel, sin armas.

Señor no sé cuando llegará mi hora, pero me gustaría que, como al ladrón arrepentido, tú me dijeses :"Hoy estarás conmigo en el Paraíso", y no por mis méritos, sino porque Tú has entregado tu vida por nosotros. Amén
Rosa María C.M.