Espíritu Santo, amor eterno del Padre y del Hijo, te adoro, te doy gracias, te amo y te pido perdón por las veces que te he ofendido en mi y en mi prójimo.
Dame Luz, santidad y espíritu misionero.
Que conozca a Cristo Maestro, asimile su Evangelio y siga las enseñanzas de su Iglesia.
Que con María, Reina de los Apóstoles, te invoque, te espere, te reciba y me deje guiar por ti. Amén´
Día quinto: "Espíritu Santo, con tu don de Fortaleza, ven a sostenernos en nuestra debilidad"
Lectura bíblica: "Yo soy la servidora del Señor, que se cumpla en mí según tu palabra" (Lc 1, 38)
Reflexión: La Fortaleza que nos da el Espíritu Santo es una fortaleza superior, que nos hace capaces de sobrellevar con constancia cosas especialmente difíciles. Con la Fortaleza del Espíritu Santo "María seguía de cerca y de lejos a Jesús (incluso en la cruz); ofrecía los muchos sacrificios que la nueva vida le exigía, particularmente cuando iba creciendo la envidia y el odio de los fariseos contra Jesús, y oraba por el cumplimiento de la misión de su Hijo... María, como Reina de los Apóstoles, posee y cumple el oficio de formar, guiar, sostener, fortalecer y hacer fructificar todos los apostolados" (cf RdA, CISP beato p. Santiago Alberione)
Propósito: Aferrémonos con confianza a nuestra Madre, Maestra y Reina , la fortaleza del Espíritu nos vendrá de ella en todas las situaciones.
Oración final: "Padre todopoderoso, concede a tus fieles verse libres de todos los males de este mundo; y por la intercesión de la Virgen María, junto a la de todos los santos, otórganos benigno la fortaleza, salud y la paz, para que disipadas todas las hostilidades y todos los errores, tu Iglesia te sirva con tranquila libertad. Por el Espíritu Santo, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén".
Padrenuestro
Ave María
Gloria