La reflexión sobre el evangelio de este V domingo de Pascua la
comparte con nosotros, la anunciatina María Dolores Córdoba. Gracias

Y ese "Camino" lo
encontramos siguiendo a Jesús, pero ese seguir a Jesús implica fiarse
plenamente de Él, y no interpelarnos como Tomás: "¿Cómo podemos
saber el camino si no sabemos adónde vas?" Jesús quiere de nosotros que sigamos confiando plenamente en Él, sabiendo que Él nos lleva al Padre. Para mi es
esencial conocer bien a Jesús. Y ese conocimiento lo voy teniendo, siempre que
trato de seguir fielmente sus pasos y trato de ver su voluntad en todos los momentos de mi
vida.
Jesús es “Verdad”, pero la
verdad de Jesús no se parece en nada a la verdad del mundo, Jesús ama la verdad
y no tiene miedo a expresarla libremente cuando la ocasión lo requiere. Nosotros ¿somos capaces de llevar hasta el
extremo nuestra vida para seguir a la
verdad? Como cristianos no nos debe dar miedo el reconocer y manifestar que
seguimos a Jesús en cualquier ámbito en el que nos encontremos y reconocer que Dios
es nuestro Padre.
Jesús es “Vida”, pero no
una vida cualquiera, es la VIDA con mayúsculas, a la que debemos aspirar y así hacernos
merecedores de la estancia que nos tiene preparada allá en el Cielo. Nuestra
vida terrenal hemos de llevarla y vivirla en el reflejo de Jesús, y viviendo a Jesús conoceremos al
Padre, pero hemos de preguntarnos: ¿Seguimos el Camino de Jesús? ¿Amamos
la Verdad de Jesús? ¿Vivimos la Vida de Jesús? Estas preguntas es
muy posible que (al menos yo), no nos las hagamos muy frecuentemente, ya que la
respuesta a esos interrogantes nos haría pensar muchas veces, si no me estoy
quedando en la superficie sin ahondar verdaderamente en como sigo y respondo a
ese Jesús que es Camino, Verdad, y Vida
María
Dolores Córdoba