lunes, 20 de julio de 2020

SONETO: DE LA CRUZ A LA LUZ

Es fácil decirlo retóricamente. Pero es difícil asumirlo cuando se vive en la oscuridad de la cruz. Por duro que nos parezca, en la cruz “se barrunta” la luz. Nos lo recordaba el Papa Francisco en la Oración universal en la Plaza de San Pedro: “tenemos un ancla: en su Cruz hemos sido salvados. Tenemos un timón: en su Cruz hemos sido rescatados. Tenemos una esperanza: en su Cruz hemos sido sanados y abrazados para que nadie ni nada nos separe de su amor redentor. En medio del aislamiento en que estamos sufriendo la falta de afectos y de encuentros, experimentando la falta de tantas cosas, escuchemos una vez más el anuncio que nos salva: ¡ha resucitado y vive a nuestro lado! Desde su Cruz, el Señor nos llama a encontrar de nuevo la vida que nos espera, a mirar a aquellos que nos necesitan, a reforzar, reconocer y estimular la gracia que nos habita. No apaguemos la llama humeante (cf. Is 42,3), que nunca se agota, y dejémosla que vuelva a encender nuestra esperanza (27-03-2020). “Pero algo irresistible adentro apunta - a una fuerte apuesta por la vida: - y en la Cruz la respuesta se barrunta”.


La vida se nos ha hecho tan menguante
que sin querer se escapa de las manos,
y de pronto nos vemos muy enanos
de frente a la pandemia tan gigante.

Su manera de ser amenazante
los esfuerzos parece que hace vanos,
pues que cada día nos abocamos
a oscuridades que son desconcertantes.

¿Estamos frente a un muro sin salida?
aturdidos hacemos la pregunta
y tentados estamos a la huida.

Pero algo irresistible adentro apunta
a una fuerte apuesta por la vida:
y en la Cruz la respuesta se barrunta.

P. Pedro Jaramillo
Parroquia de San Juan de la Cruz (Guatemala)