jueves, 9 de julio de 2020

SONETO: EL CAMBIO

Estamos aún en plena pandemia, pero, desde la lógica de la sobrevivencia, ya estamos pensando en la post-pandemia. ¿Podrá seguir todo igual? ¿Qué nos pide a cada uno, a la sociedad, a la Iglesia el tiempo que “está por venir”, nuestro “porvenir”? El Papa Francisco también se lo ha planteado. Se hacía esta pregunta: “¿cómo haremos para llevar adelante esta situación que nos sobrepasó completamente?” Y se respondía: “Es el soplo del Espíritu que abre horizontes, des-
pierta la creatividad y nos renueva en fraternidad para decir “presente” (o bien, aquí estoy) ante la enorme y urgente tarea que nos espera. Urge discernir y encontrar el pulso del Espíritu para impulsar, junto a otros, las dinámicas que puedan dar testimonio y dar cauce a la vida nueva que el Señor quiere generar en este momento concreto de la historia… Este es el tiempo propicio de animarnos a una nueva imaginación de lo posible, con el realismo que solo el Evangelio nos puede proporcionar. El Espíritu, que no se deja encerrar ni instrumentalizar con esquemas, modalidades o estructuras fijas o caducas, nos propone sumarnos a su movimiento capaz de “hacer nuevastodas las cosas” (Ap 21, 5) (“Un Plan para resucitar”. Meditación del Papa para Vida Nueva, 17-4-20). “Al Espíritu pide que no tuerzas, - porque hayas endurecido el corazón, - los caminos que Él abre, si te esfuerzas”.


Estate atento a lo que da qué pensar,
y vacía nunca dejes tu mente.
Pues que es preciso que en ella se aumente
lo que va a ayudarte a saber actuar.

En adelante no todo será igual,
y no acertarás en un “de repente”
a poder construir un nuevo puente
para cruzar a la nueva realidad.

A cambiar la mente se llama conversión.
Y ésta nunca la harás por la fuerza,
aunque forzada sea en esta ocasión.

Al Espíritu pide que no tuerzas,
porque hayas endurecido el corazón,
los caminos que Él abre, si te esfuerzas.

P. Pedro Jaramillo.
Parroquia de San Juan de la Cruz (Guatemala)