La inspiración de hoy ha sido la primera lectura de la Misa de este domingo. El “¿por qué gastáis dinero en lo que no alimenta, y el salario en lo que no da hartura?” El más allá de la imagen muchas veces se llama “vacío interior”. Y en el tiempo de pandemia lo estamos experimentando con crudeza, porque dentro está la inquietud. Lo decía el Papa Francisco: “nacimos con una semilla de inquietud. Dios lo quiso así: inquietud por encontrar la plenitud, inquietud por encontrar a Dios, muchas veces incluso sin saber que tenemos esta inquietud. Nuestro corazón está inquieto, nuestro corazón está sediento: sed de encuentro con Dios y, muchas veces, lo busca por caminos equivocados: se pierde, luego vuelve, lo busca... Por la otra parte, Dios tiene sed de encuentro, hasta tal punto que envió a Jesús a nuestro encuentro, para salir al encuentro de esta inquietud” (Homilía, 26-4-20). “Deja que adentro te surja la inquietud. - Mejor es que la pregunta te hiera - a renunciar a tu propia plenitud”.
¿Por qué gastar en lo que no alimenta?
a todos el profeta nos pregunta;
y directo su palabra nos apunta
para que no haya nadie que se mienta.
El tiempo de pandemia nos alerta
y al vacío de dentro que repunta
le deja al descubierto que barrunta
la falsedad que llevamos encubierta.
Deja que adentro te surja la inquietud.
Mejor es que la pregunta te hiera
a renunciar a tu propia plenitud.
Y si de verdad llenarte quisieras,
déjate abrir con alegre prontitud
al Dios que graciosamente renueva.
P. Pedro Jaramillo Rivas
Parroquia de San Juan de la Cruz (Guatemala)
