Una breve nota para recordar, que estos sonetos que ahora estamos publicando, corresponden a los primeros sonetos de esta serie que escribió su autor, Don Pedro Jaramillo, y que ha accedido a enviárnoslos para ir publicándolos, en este blog, pues cuando empezamos a publicarlos, ya llevaba un buen número de ellos, por eso no nos ha de extrañar que en este soneto haga referencia al Domingo de la Misericordia. Gracias una vez más por su generosidad.
Celebramos, hoy, el Domingo de la Misericordia: la que Dios tiene con nosotros (la “divina” misericordia) y la que nosotros estamos llamados a tener con los demás. “Misericordia” es un nombre castellano formado de dos palabras latinas: “miseris” (para los míseros) “cor” (corazón”): la actitud de quien es corazón para el que lo necesita, ésa es la “misericordia”. La pandemia, que nos ha hecho caer en la cuenta - ¡y con qué fuerza! - de que TODOS somos “míseros”, está pidiendo a gritos CORAZONES para tanta y tan dura miseria.