El tiempo de coronavirus se nos ha convertido en tiempo de obligada solidaridad, por estar todos amenazados: juntos en la misma barca, somos uno con todos los que sufren. Pero, además, socialmente, ha dado la cara la vulnerabilidad de tantos y tantas que nos son cercanos. El Papa lo recordaba así: “qué difícil es quedarse en casa para aquel que vive en una pequeña vivienda precaria o que directamente carece de un techo. Qué difícil es para los migrantes, las personas privadas de libertad o para aquellos que realizan un proceso de sanación de adicciones…” Y lanzaba una exhortación: “Ahora, más que nunca, son las personas, las comunidades, los pueblos quienes deben estar en el centro, unidos para curar, cuidar, compartir” (A los Movimientos y Organizaciones sociales,14 abril 2020).
jueves, 24 de septiembre de 2020
SONETO: UNIDOS PARA COMPARTIR
Tocado estás, Jesús, en los que sufren;
tu dolor no es engaño lisonjero
ni tu llanto sentimiento pasajero,
porque Tú no te escondes tras las nubes
Te abajaste y tomaste nuestra carne
y de todos te hiciste compañero.
Y prefieres cuidar con más esmero
a quien pasa la vida siendo nadie
Haz, Jesús, que sepamos descubrirte
en aquellos que son tus predilectos,
los pobres cuya causa tuya hiciste.
A nuestro hondón trasplántanos tu afecto
y podremos nosotros repartirte.
¡Y a nuestro compartir dale incremento!
P. Pedro Jaramillo
Parroquia de San Juan de la Cruz (Guatemala)