¡Cansancio, desilusión, agobio! Nunca estamos libres de esta situación de congoja. Y en este tiempo de pandemia este “’león rugiente’ nos busca devorar. En el Año de la Misericordia, el Papa nos recordaba: “Tenemos momentos de cansancio y desilusión… A veces nuestro cansancio está causado por haber depositado nuestra confianza en cosas que no son lo esencial, porque nos hemos alejado de lo que vale realmente en la vida… Tener la mirada fija en el Hijo de Dios nos hace entender cuánto camino debemos recorrer aún; pero, al mismo tiempo, nos infunde la alegría de saber que estamos caminando con Él y que no estamos nunca solos. Ánimo, entonces, ¡ánimo! No nos dejemos quitar la alegría de ser discípulos del Señor… No nos dejemos robar la esperanza de vivir esta vida junto a Él y con la fuerza de su consuelo” (Audiencia del 14.9-16). “Y, manso, en Él nos pide apoyarnos - y encontrar en nuestras vidas cansadas - la fuerza para todos reanimarnos”.
domingo, 6 de septiembre de 2020
SONETO: YO OS ALIVIARÉ
Cansados y agobiados como estamos,
sentimos fuerte el peso de la vida.
Y con ganas de dar una estampida
de mal humor las horas las pasamos.
¿Encontraremos, por fin, una mano
que, agarrando con fuerza nuestra brida,
la conduzca segura y atrevida
al futuro que todos anhelamos?
A agobiados por cargas muy pesadas
apoyo Jesús ofrece, y aliviarlos
en lo duro de sus horas fatigadas.
Y, manso, en Él nos pide apoyarnos
y encontrar en nuestras vidas cansadas
la fuerza para todos reanimarnos.
P. Pedro Jaramillo
Parroquia de San Juan de la Cruz (Guatemala)