jueves, 29 de octubre de 2020

SONETO: CON FLORES A MARÍA

Es conveniente que estos sonetos corresponde a aquellos que el autor reflexionó y compartió desde el comienzo de la pandemía, hasta junio que es cuando nosotras empezamos a compartirlos en nuestro blog.

En medio del coronavirus, no pueden faltar nuestras “flores a porfía”. Es verdad, que enredadas con espinas. Pero es propio de la Madre saber aunar lo que parece contrario. Nos recuerda el Papa Francisco: “La dinámica que une justicia y ternura, contemplar y caminar hacia los demás, (…) hace de María un modelo eclesial para la evangelización”. El Papa pone, además, en nuestros corazones una súplica, especialmente indicada para nuestro estilo de Iglesia en este momento duro: “Le rogamos que (…) nos ayude, para que la Iglesia llegue a ser una casa para muchos, una madre para todos los pueblos, y haga, así, posible el nacimiento de un mundo nuevo. Es el Resucitado quien nos dice: (…) «Yo hago nuevas todas las cosas» (Ap 21,5). Con María, avanzamos, confiados, hacia esta promesa” (EG, 288): “A mi interior le abrirás sus ventanas”: la promesa que genera confianza. 

En mayo que no te falten mis flores, 
aunque las traiga cargadas de espinas, 
las que empujan a una vida anodina 
al florecer solamente dolores. 

Como Madre intuirás mis amores, 
transmisores de expresión genuina 
de lo grande que te tengo mi estima, 
porque sabes tocar corazones. 

Mira el temor que con fuerza nos hiere 
y a lo más hondo del alma se agarra 
y los sueños de un mañana detiene. 

No permitas que se muera mi alma, 
a más quererte déjame que yo atine 
y a mi interior le abrirás sus ventanas. 

P. Pedro Jaramillo 
Parroquia de San Juan de la Cruz (Guatemala)