Nuestras miras son cortas, cuando en el misterio de la Pascua nos quedamos en la muerte. No se puede mirar la cruz “con miras cortas”. La vida – dice el Papa Francisco - “ahí está, viene otra vez, lucha por florecer de nuevo. Por todas partes, la resurrección de Cristo provoca gérmenes de ese mundo nuevo; y, aunque esos gérmenes se arranquen, vuelven a surgir, porque la resurrección del Señor ya ha penetrado la trama de esta historia, porque Jesús no ha resucitado en vano. ¡No nos quedemos al margen de esa marcha de la esperanza viva!” (EG, 278).”Reacción nada cabal” fue la de los apóstoles al escuchar de Jesús la predicción de su pasión y muerte. La resurrección fue y será, pero está siendo (“ha penetrado en la trama de la historia”).
Sin horizonte más allá del final,
tu cruz, oh Señor, no fue comprendida.
Bastó tan sólo que fuera advertida
y fue la reacción para nada cabal.
Tú sólo sabías no ser casual
el tipo de muerte a ti reservada.
Que como planta en tierra enterrada
En fruto cambiabas su fuerza letal.
Lanzados a una a tiempos de muerte,
en un mismo pozo estamos metidos,
y de salir anhelando la Suerte.
La congoja nos mantiene prendidos.
Momento de dar anchura a la mente:
Solo no soy, somos todos unidos.
P. Pedro Jaramillo
Parroquia de San Juan de la Cruz (Guatemala)