martes, 6 de octubre de 2020

SONETO: LOS ÚLTIMOS

Estamos experimentando ya las consecuencias sociales de la pandemia del coronavirus. Nunca más cierto lo que el Papa Francisco dijo ya a los pocos meses de haber sido elegido (homilía del 13 de julio del 2013) y ha repetido con insistencia: “El camino del encuentro con Jesús son sus llagas. ¡No hay otro…! Y Las llagas de Jesús las encuentras haciendo obras de misericordia, dando al cuerpo – y también al alma -, pero al cuerpo de tu hermano llagado, porque tiene hambre, tiene sed, está desnudo, está humillado, es esclavo, está en la cárcel, en el hospital… Estas son las llagas de Jesús, hoy…” Bien nos puede venir la reflexión para estas “horas de dolor y tristeza”


Me duele, Jesús, no poder encontrarte 
en las horas de dolor y tristeza. 
Que no me agarre la floja tibieza 
de no querer ni siquiera buscarte. 

Para nada necesito gritarte, 
pues eres Tú quien me das la certeza: 
en aquellos sin humana grandeza 
has decidido tú mismo quedarte. 

Pero a veces se me nublan los ojos, 
se me niegan a saber descubrirte y, 
distraído, me quedo a mi antojo. 

Hoy mis entrañas quisiera yo abrirte y, 
removido por tanto despojo, 
en los últimos saber recibirte. 

P. Pedro Jaramillo 
Parroquia de San Juan de la Cruz (Guatemala)