Quien cree correrá por la senda de la santidad, por el monte de la perfección; quien se fía solo de sus esfuerzos, caminará lento, basculante, dará un paso y luego tropezará, obtendrá una victoria y enseguida caerá, se levantará y volverá a caer yendo adelante con enorme fatiga.
(Del diario del beato Timoteo Giaccardo)