Agradecemos a nuestra Hermana Dolores Andreu, que comparta hoy con nosotros su reflexión sobre este I domingo después de Navidad.
Hoy 27 de diciembre es el día de la Sagrada Familia, Jesús, María y José. La Iglesia nos dice que “la familia constituye el fundamento de la sociedad” (Gaudium et spes, 52); “la primera escuela de las virtudes sociales” (Gravissimum educationis 3); “el punto de partida para la transformación del mundo” (Lumen Gentium, 11); y “una nueva forma de vida conyugal, realizada en la consagración secular, (dentro del Instituto “Santa Familia” fundado por el Beato P. Santiago Alberione).
“Esta fiesta es al mismo tiempo la Jornada de la familia. Porque la “Sagrada Familia de Jesús, María y José” es modelo de vida para cada uno de los hombres, para cada uno de los cristianos, para cada comunidad familiar. La Sagrada Familia de Nazaret fue el lugar privilegiado del amor, el ambiente singular donde reinaba el respeto mutuo por cada una de las personas y por su vocación, y debe ser, comunidad de amor y de vida”. (San Juan Pablo II)
El Evangelio de hoy nos dice de Jesús: “El niño iba creciendo y robusteciéndose, lleno de sabiduría; y la gracia de Dios estaba con él” (Lc 2,40) y de los padres: “su padre y su madre estaban admirados por lo que se decía del niño” (Lc 2,33). Meditar en la Familia de Nazaret es una bocanada de paz, sosiego, ternura, y también incertidumbre porque eran una familia normal dentro de la historia de la vida con sus momentos felices y también dolorosos, por eso es el modelo por excelencia porque sus vidas fueron como las nuestras sin saber que les deparará el mañana, aunque convencidos, eso sí, de que estaban en las manos de Dios. Recordemos cuando Jesús se pierde y María y José los buscan angustiados y la respuesta de Jesús “¿por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en la casa de mi Padre?” (Lc 2,49). “Pero ellos no comprendieron la respuesta que les dio”. (Lc 2,50). Y María, ¿cuantas veces tuvo que guardar en su corazón las palabras y las acciones de Jesús? (confrontar Lc 2,51).
El Papa Francisco, ha escrito una Carta Apostólica “Patris Corde”, con motivo del 150 Aniversario de la Declaración de San José como Patrono de la Iglesia Universal por el beato Pío IX el 8 de diciembre de 1870. Y el Papa ha proclamado un «Año de san José», que se prolongará del 8 de diciembre de 2020 al 8 de diciembre de 2021. Nos dice el Papa Francisco en la carta a san José: “Todos pueden encontrar en san José –el hombre que pasa desapercibido, el hombre de la presencia diaria, discreta, oculta- un intercesor, un apoyo y un guía en tiempos de dificultad. San José nos recuerda que todos los que están aparentemente ocultos o en “segunda línea” tienen un protagonismo sin igual en la historia de la salvación. A todos ellos va dirigida una palabra de reconocimiento y de gratitud”.
Dolores Andreu