Esta noche, a pesar de la pandemia, nos nacerá el Niño Dios en cada hogar que desea recibirlo. Estamos viviendo tiempos muy duros, en los que la distancia es el signo de cuidarnos y cuidar a los demás. Ya en las casas no se reunirán las familias, con sus hijos, cónyuges respectivos y nietos, esa alegría del encuentro, no se dará, pero Jesús no se deja vencer, no quiere dejarnos en soledad, abandonados a nuestras tristezas, añoranzas, miedos, desesperanzas...
Él viene de nuevo a nosotros buscando un corazón que quiera acogerlo, para llenarlo de Luz que disipe sus tinieblas, de Amor que pueda sentirlo y en la distancia transmitirlo. Gracias a Dios que tenemos medios de comunicación para podernos sentir más cerca los unos de los otros y que no falte ese calor familiar, de Esperanza en volver a encontrarnos y darnos los abrazos y reunirnos de nuevo. Pero a la vez, esta pandemia nos está haciendo valorar y apreciar lo que teníamos, que ahora carecemos de ello, y yo pienso que tal vez este año Jesús sea el protagonista de su celebración, nos reunamos en torno a Él, y que, con los que otros años celebrábamos las Navidades, lo hagamos en nuestro corazón, y le mostraremos la alegría de su nacimiento con oraciones y cantos de los tradicionales villancicos.
Dios nace y nosotros no
podemos dejar que la situación que vivimos nos robe la verdadera Alegría.
Tendremos muy presentes a tantas familias que han perdido un ser muy querido, a
las que tienen enfermos ingresados, a los que no pueden acompañar en su
enfermedad y sólo saben de ellos por la información que les dan a través del
teléfono. Oraremos por ellos, para que el Señor de la Vida los fortalezca y
sepan que la muerte no tiene la última palabra. Que es la Vida la que nos
espera a todos al final del camino.
Niño querido, ya ves como estamos, cuanto dolor nos inunda, pero tu eres
nuestra Esperanza, nuestra Luz y nuestra Salvación. Bendice a todas las
familias que sufren, a cuantos nos unimos a ese sufrimiento, y queremos
recibirte dentro de nuestro corazón.
Gracias Señor por venir una vez más a habitar entre nosotros, en nosotros.
¡FELIZ NAVIDAD!
Rosa María Córdoba M.