En su homilía del 21 de abril, el Papa Francisco constataba: “En este tiempo ¡hay tanto silencio! Incluso se puede oír el silencio. Que este silencio, que es un poco nuevo en nuestros hábitos, nos enseñe a escuchar, nos haga crecer en nuestra capacidad de escucha. Oremos por esto”. Momento oportuno para una necesidad que él mismo recordaba: “cultivar siempre un espacio interior que otorgue sentido cristiano al compromiso y a la actividad” (EG, 262).
Silencio no puede ser solo ausencia
ni lo dejes en absurdo vacío.
Pues no ha de ser ocasión de extravío
el hondón encontrar de la conciencia.
Por cierto has de tener ser fina ciencia
no dejar nuestro terreno baldío
por no tener el necesario bravío
de vivir este tiempo con paciencia.
El camino de llegar a tu interior
no solo palabras son y vacías
que es ya ponerse en la senda del amor.
Recuerda tu corazón cómo ardía
abriéndose,
sin reservarse el ardor,
a la Palabra que tiernamente te hería
P. Pedro Jaramillo
Parroquia de San Juan de la Cruz (Guatemala)