Amemos a todos, recordemos a todos,
actuemos con el espíritu del Evangelio,
que es universalidad y misericordia.
"Venite ad me omnes". Así es el
espíritu de san Pablo apóstol, siempre
dispuesto a ir a los pueblos que
no tienen aún la luz de Jesucristo.
Beato Santiago Alberione