Jesús amoldaba sus enseñanzas a las
necesidades del auditorio. Como
subraya el Evangelio, conocía
al hombre por dentro
Se adaptaba a los pescadores, a los
pastores, a los galileos, a los judíos,
a los fariseos, a los discípulos y a los
adversarios... Y sin embargo,
era siempre el mismo mensaje de
salvación. Del mismo modo quiso
que actuasen sus apóstoles.
Beato Santiago Alberione