Secreto de grandeza (y de
riqueza) es modelarse en Dios,
viviendo en Cristo. Por eso (sea)
siempre claro el pensamiento
de vivir y obrar en la Iglesia y para
la Iglesia; de injertarse como
olivos silvestres en la oliva vital,
Cristo eucarístico; de pensar y
alimentarse de cada frase del
Evangelio.
Beato Santiago Alberione