Hemos de pensar siempre
según la fe y santificar la
según la fe y santificar la
mente con pensamientos   
buenos que pueden ser 
sobre Dios y sobre las cosas
a su servicio. Cuando
piensan en el apostolado que
es servicio a Dios, se 
santifica la mente.
Beato Santiago Alberione
 
