Permítanme estar con ustedes,
no me alejen con el pecado. Yo
estoy con ustedes, es decir con
su Familia, que yo he querido,
que es mía, que alimento, de la
que formo parte como Cabeza.
¡No duden! Aún cuando sean
muchas las dificultades...¡pero
que yo pueda estar siempre con
ustedes!¡Nada de pecados!
Beato Santiago Alberione