"Me devora el celo
de tu templo" De dos
modos se ejercita el celo:
impide en lo posible el
mal; promueve el bien
de la persona amada.
Por eso Jesús combatió
el pecado y cualquier
ofensa hecha a Dios,
y buscó siempre la gloria
del Padre. ¿ Cómo es
mi celo por la gloria
de Dios y el bien
de las almas?
Beato Santiago Alberione