sábado, 1 de mayo de 2021

1 DE MAYO SAN JOSÉ OBRERO

Agradecemos a nuestro Delegado el P. Antonio Maroño, haya tenido a bien compartir con nosotros su Homilía para este primero de Mayo, día de San José Obrero.

SAN JOSÉ OBRERO: MODELO DE TRABAJADOR

La Iglesia pone hoy ante nuestros ojos la figura de San José, el carpintero de Nazaret, como modelo de un hombre que ha vivido de su trabajo para procurar su propio sustento y el de su familia. En este contexto surge la fiesta de San José Obrero que estamos celebrando, instituida por el papa Pío XII en el año 1955 que, a su vez, sustituye a la del Patrocinio de San José, que había creado el papa Pío IX en el año 1847.

Pero también hay que tener en cuenta que Pío XII instituye la fiesta de San José Obrero para cristianizar lo que llamamos "Fiesta del trabajo", creada por el socialismo internacional del siglo pasado, de inspiración claramente civil. Por eso aún hoy se siguen dando, en algunos lugares, manifestaciones de carácter reivindicativo por parte de trabajadores y sus sindicatos  en defensa de sus derechos.

Más allá de ideologías y de enfrentamientos de clase, los cristianos también defendemos los derechos humanos, entre los que está la afirmación de que toda persona tiene derecho a un trabajo digno y bien remunerado. Esto nadie lo pone en duda. Y la Iglesia reza, hoy y todos los días, para que todo trabajador  pueda cumplir con sus deberes y vivir con dignidad, Y esto no es cosa de estos últimos años, pues ya san Ambrosio escribía en el siglo IV que "es un homicidio negar a un hombre el salario que necesita para vivir"

Toda la liturgia de hoy, tanto la de la Misa como la del Oficio Divino, es una buena nueva, una buena noticia para el mundo del trabajo, tanto en las oraciones como en las lecturas.

La primera lectura, tomada del libro del Génesis, presenta a Dios actuando, trabajando, en el sexto día de la creación. Relata la creación del genero humano, diferenciado en hombre y mujer, al que se le entrega toda la obra creada para que él se sirva de ella, la cuide y la lleve a su pleno desarrollo. Y esto se hace con el trabajo.

Y san Mateo nos presenta a Jesús en la sinagoga de su pueblo Nazaret, llamando fuertemente la atención de sus paisanos por su sabiduría y los milagros que sabían estaba haciendo. Pero acaban desconfiando y no creen en él, porque, conociéndolo como uno más del pueblo, como carpintero e hijo de carpintero, y sin estudios académicos que lo avalasen, no acertaban a comprender de dónde le venían tales poderes. 

Por otra parte, san Pablo, nuestro inspirador y modelo, también valoro mucho el trabajo. Ante sus seguidores y colaboradores siempre se glorió de tener una profesión y vivir del trabajo de sus manos para su sustento y el de los suyos, sin consentir de ninguna manera nadie que los tutelase y abonara sus gastos, porque eso comprometería su libertad a la hora de anunciar el evangelio

¿Y qué decir del P. Alberione? Sencillamente que fue un gran trabajador. Un infatigable trabajador que veía en el trabajo una manera de colaborar con Dios Creador y de imitar a Jesucristo, que pasó la mayor parte de su vida como humilde y escondido artesano. Insistía una y otra vez que en esta vida debemos estar continuamente ocupados, trabajando de continuo, puesto que para descansar tendremos toda la eternidad.

Que san José Obrero sea fuente de gracia para todos los que tienen la suerte de tener trabajo y para quienes lo están buscando, que son muchos.

P. Antonio Maroño - SSP