Un solo cuerpo:incluso en las cosas
materiales, una ayuda a las otras,
ayudando así a todo el Instituto.
Un solo espíritu: el mismo modo
de rezar. Una sola esperanza, es decir
tendiendo todos a la perfección,
a aquello de recibirá "cien veces
más y obtendrá como herencia
la Vida eterna"
Beato Santiago Alberione