Oh san Pablo apóstol, que en tu amor
te hiciste todo a todos, dígnate
mirarme a mí tan a menudo egoísta...
Cámbiame el corazón: despierta en mí
sentimientos de benevolencia,
de caridad, de entrega.
Haz mi corazón conforme al tuyo,
por el Espíritu de Jesucristo.
Beato Santiago Alberione