En la hora de adoración bien hecha,
ante todo se pone en movimiento toda
la mente, que es el primer obsequio
debido a Dios... Creer lo que Jesús
enseñó y pensar como pensaba él,
razonar como razonaba él; no tenemos
otros términos para expresarnos más
claramente y con más precisión.
Beato Santiago Alberione