(27 de julio de 1918)
Nació en Benevello, Cuneo, (Piamonte, Italia) el 6 de mayo de 1904 de una familia de humildes campesinos, ricos de fe.
Cuando era niño se encontró con el Beato Santiago Alberione y se entusiasmó por el apostolado de la buena prensa. A la edad de doce años entró a formar parte de la Sociedad de San Pablo. Se distinguió por su inteligencia pronta, su amor al trabajo y su bondad.
Su programa de vida: progresar un poquito cada día, al que fue siempre fiel hasta su muerte.
A los 14 años cayó gravemente enfermo, pero aceptó con generosa disponibilidad a la voluntad de Dios. El 27 de julio de 1918 murió en Benevello. Sus últimas palabras, recogidas por el beato Alberione, fueron:"Mis saludos a todos los compañeros, oren por mi y que podamos encontrarnos todos en el Paraíso.
El 28 de marzo de 1988 fue decretada la heroicidad de sus virtudes. Ahora se espera un milagro que pueda llevarlo a la beatificación.