Jesús viene a nuestro corazón,
viene para alimentar la inteligencia
y por tanto para atraer al alma que
llena de fe, piense como piensa Jesús.
¡Sí! Después debéis enseñar a los
demás este amor de Dios, en primer
lugar obteniéndolo, viviéndolo en la
unión de la mente con Dios.
Beato Santiago Alberione