Habéis dicho con ánimo generoso
las palabras "Toda me doy, ofrezco y
consagro". ¡Toda! El valor de la ofrenda
está especialmente en la actitud: toda,
que quiere decir amar al Señor con todo
el corazón, con toda la mente, con todas
las fuerzas, con toda la voluntad.
(APP60, 634)
Beato Santiago Alberione