La verdad es única para todos.
También la naturaleza humana es
única, y sin embargo ¡qué diversidad
en la personas! Se puede afirmar que
no hay dos completamente iguales. lo
mismo sucede con las almas. Todas
están creadas a imagen y semejanza
de Dios... pero cada una tiene
tendencias y necesidades particulares
(AE, 391).
Beato Santiago Alberione