Debemos reflexionar que
Jesucristo, el Hijo de Dios, se
ha hecho nuestro camino, a fin
de que , siguiéndole a Él,
podamos llegar al Padre y a la
gloria celestial, y por fin
prometer estudiar estos divinos
ejemplos para reproducirlos
en la propia vida (AE, 96)
Beato Santiago Alberione