La Biblia se diferencia de los
otros libros por el espíritu
que la penetra y la vivifica. Ella
es el gran sacramento del
Verbo de Dios. En sus páginas
arde el fuego divino del
Espíritu Santo, como bajo las
especies sacramentales vive
la persona divina de Cristo
(AE, 170)
Beato Santiago Alberione