Recibimos la vida de la gracia en
el bautismo, la aumentamos
en la confirmación, la reparamos
en la penitencia, la
perfeccionamos en la Eucaristía.
Debemos unirnos a Jesús VIda
aumentando en nosotros la gracia
con la misa, meditaciones,
comuniones, visitas. Así la mente,
la voluntad, el corazón pasan a ser
de Jesús (PrP I, 11)
Beato Santiago Alberione