Es necesario que el apostolado de la prensa, como el apostolado de la palabra, sea reconducido en torno al altar y al tabernáculo... ¡Volvamos a las fuentes! Solo así se tiene el culto completo, el cristiano perfecto, el hombre alimentado en la mente, la voluntad y el corazón. Solo así se puede en realidad amar al Señor con todo el corazón, con todas las fuerzas y con toda la mente (AE, 429).
Beato Santiago Alberione