Dado que todas las almas no se acercan a Dios de la misma manera, y tienen por lo general necesidades individuales, el apóstol debe aprender de su modelo el arte de “hacerse todo para todos” y aquella elasticidad de adaptación que se aprecia en el apóstol san Pablo, en su modo diferente de tratar a los hombres (AE, 37).
Beato Santiago Alberione