En vuestras capillas las ceremonias sagradas deben resultar bellas, devotas, edificantes. Misas bien seguidas, cantos bien ejecutados, ritos devotísimos, de modo que vuestra alma se nutra bien y se acerque a Dios; y que los fieles participantes se sientan estimulados a la verdadera piedad (APD47, 147).
Beato Santiago Alberione